Necochea.- Tal cual ocurrió en otros municipios de la Provincia de Buenos Aires, Necochea recibió hoy 450 dosis para afrontar esta etapa inicial. El esquema prevé que la vacunación se extienda a todos los trabajadores del sistema sanitario y luego, a la población prioritaria.
Esta mañana, la Municipalidad de Necochea recibió las primeras 450 dosis de la vacuna contra el Covid-19, las cuales comenzarán a ser aplicadas entre el personal de las terapias intensivas, en primer orden, para luego extenderse al resto de los trabajadores del sistema sanitario y a la población prioritaria, según un esquema regulado desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
“La idea es que la gente no se ponga ansiosa”, aconsejó Kalle, “porque las vacunas van a ir llegando”; mientras recomendó no acercarse voluntariamente al Hospital ya que, primero, “tienen que anotarse en vacunatepba.gba.gob.ar, donde se le solicitarán todos los datos y la voluntad de vacunarse” y, luego, va a ser el propio organismo bonaerense el encargado de dar los turnos.
En el Hospital “Emilio Ferreyra”, lugar hacia donde fueron derivados los inyectables, la secretaria de Salud de la comuna, Ruth Kalle, explicó sobre la cantidad inicial de dosis que “es un número que nos viene muy bien, porque vamos a tener a gran parte del personal vacunado”.
Adelantando que alrededor del 12 de enero estará llegando otra cantidad de vacunas más importante, la funcionaria afirmó sobre la campaña que “es no obligatoria, gratuita y a cargo del Estado, quien va a garantizar la vacunación del público y del privado”, subrayando al respecto que “en primer lugar es para el personal de Salud, principalmente para la gente que trabaja en las terapias intensivas, en las unidades de cuidados críticos y en sectores Covid”.
Adentrándose en las características del esquema impuesto desde Provincia, la Secretaria señaló que “se prevé que PAMI vacune a las personas adultas mayores internadas en geriátricos” y que IOMA haga lo suyo con “docentes y personal de seguridad”, para luego destinar los esfuerzos a “personas con algún factor de riesgo, en principio, de entre 18 y 59 años”.
