LEÒN GIECO CANTÒ «SOLO LE PIDO A DIOS» EN EL VATICANO JUNTO AL PAPA FRENCISCO.

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Roma.- En un encuentro con el Papa León Gieco cantó «Solo le pido a Dios» en el Vaticano. Fue el broche de dos jornadas que reunieron a más de 100 argentinos convocados por el Instituto de Diálogo Interreligioso y un momento de esos que quedan grabados en la memoria.                                                                                  León Gieco protagonizó este viernes 5/5, a la mañana en el Vaticano uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria por la emoción que producen: ante el Papa Francisco y más de 100 personas cantó «Solo le pido a Dios».                                        La escena tuvo lugar en el Salón del Palacio Apostólico del Vaticano y fue en el cierre del encuentro «De Jorge a Francisco de Argentina al mundo», que se realizó allí entre el jueves y viernes.                                                                                                                  La actividad fue organizada por el Instituto de Diálogo Interreligioso copresidido por el presbítero Guillermo Marcó, el rabino Daniel Goldman y el profesor Omar Abboud. Sentado en primera fila, silla de por medio con Francisco, León Gieco emocionó a todos los presentes con su guitarra, su armónica y la interpretación de «Solo le pido a Dios».                                                                                El Santo Padre lo escuchó con atención, había llegado al salón caminando por sus propios medios con la ayuda de un bastón. A su ingreso saludó a los presentes y les agradeció por la visita al Vaticano y la participación en el encuentro. El artista Ricardo Celma le obsequió una pintura de un Cristo en las villas.                                                                “Les agradezco los esfuerzos y les pido que recen por mí, cada cual en su idioma y en sus gestos, lo necesito”, dijo Francisco en el discurso que improvisó para la ocasión e hizo una referencia concreta a la Argentina: “Si los argentinos no rezamos los unos por los otros, estamos fritos.” En ese momento pidió que en silencio cada uno rezara un minuto “por sus hermanos y hermanas”.