LA PRESIDENTA CRISTINA KIRCHNER RELATÒ SU ENCUENTRO CON EL PAPA

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La Presidenta se refirió al almuerzo en privado que mantuvo con Francisco y aseguró que la naturalidad «es lo que hace a las personas de carne y hueso».
La Presidenta arribó pasa las 12:30 del mediodía (hora local), a Santa Marta, residencia papal y lugar acordado para realizar el encuentro con Francisco, y allí fue recibida por el prefecto de la Casa Pontificia, George Gänswein
En Santa Marta la mandataria se reunió con el pontífice en privado por unos quince minutos, para luego, juntos, saludar al conjunto de visitantes argentinos e intercambiar los obsequios mutuos entre ambos jefes de Estado.
Posteriormente, los mandatarios se retiraron a un salón de la planta baja de Santa Marta, donde almorzaron durante prácticamente dos horas, disfrutando de un menú que incluyó una ensalada de verdes, bife de costilla («no tan bueno como el argentino» reconoció riendo Cristina) con verduras al vapor.
Al finalizar, se reencontraron con la comitiva argentina, que esperaba en una sala cercana y allí le entregaron una decena de presentes llevados por los funcionarios, dirigentes y legisladores, que fueron muy agradecidos por el pontífice argentino.
Tras el saludo y la despedida, Francisco acompañó a la Presidenta hasta la puerta, donde permaneció hasta la partida del convoy hacia al aeropuerto Ciampino.
Una vez allí, la presidenta realizó una conferencia de prensa en la que resaltó la «calidez» y sostuvo que hubo «mucha cordialidad, no diría informalidad, sino mucha naturalidad» en el encuentro.
También se refirió a la actuación argentina, a la que calificó como «un disparador», para que el debate sobre la reestructuración de deuda soberana llegara a la ONU.
En este sentido, aseguró que el papa durante el almuerzo «se mostró muy contento» por la iniciativa nacional que consiguió el apoyo de 124 países, «esa es la voluntad mayoritaria del mundo» sostuvo la mandataria, para generar un marco para las renegociación de deudas soberanas en el seno del organismo.
Respecto de los 11 países que votaron en forma negativa ante ese proyecto, dijo creer que «finalmente todos van a darse cuenta que es imposible seguir viviendo en un mundo con tanta incertidumbre», y acusó de esa falta de previsibilidad a «la especulación de las finanzas, a la existencia de guaridas fiscales, a la existencias fondos buitres».
La mandataria señaló que el papa tenía marcado parágrafo 56 en su libro con la intención de comentarlo, y cuando ella abrió su ejemplar, ambos se sorprendieron porque el azar hizo que también su libro se abriera en ese apartado.
En la rueda de prensa, Cristina explicó que ese parágrafo «habla de la deuda, de cómo acosan a los países, y que si esto se lleva adelante es el agobio de los pueblos». Y concluyó: «Parece que está escrito para la Argentina, pero está escrito para muchos países».
Ante la consulta de un periodista sobre si el papa se había mostrado preocupado por la situación política del país, tal como hicieron trascender algunos medios durante los días previos al almuerzo, Cristina indicó que «el papa no está en absoluto preocupado» por el país.