ATCADE DECIDIÒ CONTINUAR PRESENTE EN LAS RUTAS Y ROTONDAS

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Necochea.- No hubo acuerdo entre los transportistas y las cámaras patronales agropecuarias. El principal reclamo es por la suspensión y derogación de la normativa de Vialidad respecto de la relación peso/potencia de las unidades de transporte de carga.
La norma tiende a la monopolización del transporte de cargas pero afecta directamente al corazón de la actividad laboral de los dueños de camiones de cierta antigüedad: si la norma se implementa, sus unidades quedan imposibilitados de seguir trabajando.
En la tarde de este martes 17, se reunieron en la ciudad de La Plata la Mesa de Transporte de Cargas, espacio donde convergen las entidades transportistas, las entidades del campo (CONINAGRO), los acopios y la repartición del estado provincial que entiende en la materia.
El encuentro se realizó con el objetivo de acercar posiciones y ATCADE tuvo la oportunidad de explicar en detalle los perjuicios que ocasiona la normativa restrictiva de Vialidad a los propietarios de camiones. Las autoridades provinciales y las entidades patronales se comprometieron a realizar gestiones ante el Ministerio de Transporte de Nación y de provincia para intentar destrabar este punto de conflicto.
Pero la reunión se trabó cuando se trató el tema tarifario. Las entidades del campo ofrecieron una actualización de las tarifas del 13 % mientras los transportistas pretendían 23% de aumento.
Ante la no obtención de resultados, ATCADE decidió continuar con la presencia en las rutas y rotondas de acceso de las ciudades de la región hasta que surja alguna propuesta viable.
Miguel Aguilar anticipó que por estas horas se están realizando asambleas en las distintas localidades en que se esté realizando la medida de fuerza, para evaluar los pasos a seguir.
Mientras tanto, la actividad en Puerto Quequén se encuentra seriamente resentida por la falta de transportes para la salida de la mercadería de los acopios hacia las terminales. En rada, varios buques con destino internacional comienzan a impacientarse por las horas y días que deben esperar a que se resuelva el conflicto.