El Intendente de Lobería, Juan José Fioramonti, se refirió a la obra pública municipal, impulsando la realización por administración y contratación de mano de obra local.
En ese marco es que lanzó polémicas expresiones en torno a la inmigración y el empleo e indicó: “no tomamos mano de obra paraguaya” y defendió su postura aferrándose a la idea de “gobierno popular”.
Las declaraciones del mandamás vienen a estar en línea con las vertidas hace un tiempo por el Senador nacional del peronismo, Miguel Ángel Pichetto, quien en el marco de la polémica se defendió: “Me refiero a sectores delictivos que están claramente identificados en el marco de las villas. Definí la existencia de carteles peruanos. Hay ciudadanos peruanos que trabajan que son buenos. Esto de ninguna manera es xenofobia”.
Por tales afirmaciones el senador fue denunciado por el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) por haber calificado de “resaca” a la inmigración peruana y boliviana. ¿Correrá la misma suerte el jefe comunal de Lobería?