Qatar.- Argentina está en la final del Mundial: la Selección le ganó a Croacia con la magia de Messi y los goles de Julián Álvarez. En un partido sin equivalencias, el seleccionado nacional superó al combinado croata con dos goles de Julián Álvarez y uno de Messi. Lionel Messi se hamaca para un lado y para el otro. Amaga, se mueve, pisa la pelota, baila sobre ella y entra al área. Gvardiol queda atrás, Messi llega hasta el fondo y le regala el gol a Julián Álvarez. Es arte en estado puro, una pincelada de fútbol, un jugador al que no se puede describir ni anticipar. Porque Messi parecía estar con alguna molestia, algún dolor, algún problema físico. Todo un país quería cuidarlo, debatía si debía salir, si era mejor guardarlo. Messi sorprendió otra vez, jugó todo el partido, fabricó el último gol, el 3 a 0 para evitar cualquier sufrimiento ante Croacia y depositó a la Selección en la sexta final de la Copa de la historia. Para el 10 de la celeste y blanca será la segunda. “No llegamos al cien por cien, estábamos cansados pero hicimos un partidazo”, dijo después de la goleada, de otra muestra de carácter, del mejor partido de la Selección en el Mundial para llegar a la final con el nivel de confianza por el cielo. Lo que viene ahora es un descanso, la última preparación. Marruecos o Francia será el rival en la final. Será otra vez en el Lusail. Argentina jugará hasta el último minuto del Mundial.