La Plata.- El gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal decidió postergar la reforma del Instituto de Previsión Social (IPS) hasta después de la negociación paritaria con los estatales de la provincia para no agregar un frente más de batalla al escenario, que ya se prevé complicado, particularmente con los docentes. La gobernadora pidió “dejar de hablar de esta pavada del proyecto que va a cambiar las jubilaciones docentes”.
La semana pasada el titular del IPS Christian Gribaudo había reconocido que el gobierno provincial planeaba discutir este año una reforma para hacer más “más previsible y sustentable” al sistema previsional e incluso ya había comenzado a circular un borrador del proyecto de ley propuesto. Gribaudo había declarado al diario La Capital de Mar del Plata: “Seguramente este año comenzaremos a trabajar lo que tiene que ver con un sistema más previsible y más sustentable en la provincia de Buenos Aires que tenga que ver con esto que decíamos recién: con la edad, con los aportes y trabajar en regímenes que no sean distintos en todo el país”. Pero Vidal decidió dar un volantazo a la vuelta de sus vacaciones y en la primera reunión del año con su jefe de Gabinete Federico Salvai y con los ministros de Asuntos Públicos Federico Suárez y de Economía Hernán Lacunza. “Dejemos de hablar de esta pavada del proyecto que va a cambiar las jubilaciones docentes”, ordenó Vidal y pidió a sus funcionarios que informen que desde Gobernación no se impulsará la reforma del IPS este año.
El gobierno provincial parece haber aprendido la lección del rechazo de los estatales del Banco Provincia contra la reforma de su estatuto y la ampliación de la edad jubilatoria aprobada recientemente por la Legislatura (contra la que aún siguen en lucha) y de la muy caldeada situación política en la que se metió el Ejecutivo nacional al impulsar el debate de la reforma previsional en el mes de diciembre, cuya aprobación in extremis se produjo en el marco de la mayor crisis política e institucional de los dos años de gobierno de Cambiemos. En el caso bonaerense, la aprobación de esta reforma implica la convocatoria a una mesa de discusión con los gremios estatales como UPCN, ATE y las distintas representaciones docentes y sería realmente inoportuno plantearlo en un escenario marcado por la inminencia de unas paritarias que prometen ser muy complicadas, particularmente luego de que desde Nación se modificara por decreto la Ley de financiamiento educativo, eliminando la exigencia de paritarias nacionales y se redujera la representación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) en la mesa negociadora del “acuerdo marco” docente.
El borrador de reforma del IPS (desde Gobernación niegan su origen oficial) que había comenzado a circular planteaba la perspectiva de un amento de la edad jubilatoria para docentes y estatales en forma escalonada hacia 2028. Los docentes hombres pasarían a jubilarse a los 60 y las mujeres a los 57, con 25 años de aportes, mientras que para los estatales la jubilación sería a los 65 para los hombres y 60 para las mujeres, con 35 años de aportes. Más allá de elaboración oficial o no, el proyecto de extensión jubilatoria va en sintonía con algunos la reforma previsional a nivel nacional, y con otros proyectos que se discuten informalmente e impulsan reformas aún más radicales, argumentando que la esperanza de vida ha aumentado y que por lo tanto corresponde una elevación general de las edades jubilatorias.