CABA.- Sin cláusula gatillo este año y no más de 16% para las paritarias 2018. A pesar de que desde que Macri llegó a la Casa Rosada los sueldos nunca le ganaron a la inflación, el Gobierno prevé que la suba de precios final estará por debajo del nivel de los acuerdos salariales alcanzados en 2017, por lo cual decidieron no habilitar la cláusula gatillo que figura en la mayoría de las negociaciones. ¿Qué pasará en 2018?.
La administración Mauricio Macri viene llevando su slogan «Cambiemos» también al bolsillo de los argentinos. En 2016 el promedio de aumentos fue del 30%, mientras que el incremento de precios (sin datos oficiales porque el INDEC arrancó su medición en mayo) se ubicó arriba del 40%. Ahora, se viene el cierre de un ejercicio 2017 que tuvo paritarias alicaídas, inflación superior a la esperada y cláusulas gatillo en stand by y también llega el momento en que el Ejecutivo PRO debe pensar en 2018. ¿Qué decidirá hacer el Gobierno con lo que pasó este año y con lo que será el próximo?
Pues bien: a pesar de que desde que Macri llegó a la Casa Rosada los sueldos nunca le ganaron a la inflación, el «equipo económico» del Gobierno prevé que la suba de precios final estará por debajo del nivel de los acuerdos salariales alcanzados en 2017, por lo cual ya decidieron no habilitar la cláusula gatillo que figura en la mayoría de las negociaciones y además, desde Jefatura de Gabinete, el emporio de Marcos Peña, tienen la mente que las paritarias 2018 tenga un desplomado techo de entre 15 y 16%.
Según Ámbito Financiero, el peor escenario en materia de inflación, cuando en enero se conozcan los datos definitivos, llegaría al 22%. Incluso los macristas más optimistas la esperan (en la comparación interanual de diciembre) por debajo del 20%. Es decir, muy por encima del 17% que Federico Sturzenegger puso en el Presupuesto 2017. Sin embargo, y a pesar de que recién en los primeros días del próximo año estarán los números certeros, Macri y su «ala económica» ya tomaron una decisión: salvo casos particulares, el Gobierno no piensa «apretar» la cláusula gatillo que figura en la mayoría de las negociaciones paritarias.
La famosa cláusula gatillo es la que le permitía a los sindicatos que el aumento salarial pactado para todo el ejercicio tuviera una reapertura en las negociaciones si la inflación superaba el alza de precios anualizada medida por el INDEC que maneja Jorge Todesca. Según los resultados que espera el Gobierno, si el incremento salarial se ubica por debajo de la inflación, el gremio estará autorizado a negociar un plus. Si está por encima del dato final, no se habilita esa discusión.