Necochea.- No hay casos de Hantavirus en Necochea, aunque se insiste en la prevención. Hace pocos días tomó trascendencia un episodio de estas características en la Provincia de Buenos Aires, que se sumó a otra docena que habían sido detectados en todo el país y cuyo brote en Epuyén dejó diez muertos. Desde la Subsecretaría de Salud, en conjunto con el área de Bromatología, explicaron las diferencias entre los casos y ofrecieron recomendaciones para la comunidad.
Conocidos públicamente los casos detectados de Hantavirus a lo largo del país y en especial, por los 5 casos en la Provincia de Buenos Aires, desde el municipio de Necochea se informò que no existe ninguna situación de este estilo registrada en todo el Distrito.
A tal efecto, fue el propio Subsecretario de Salud, José María Álvarez, el encargado de trasladar tranquilidad a la comunidad, “acá en Necochea no ha habido ningún caso, pero siempre conviene prevenir a la sociedad para que tome las medidas pertinentes”, afirmó el funcionario.
Sobre la particularidad del caso detectado en nuestra provincia, el doctor explicó que “no existe contagio entre personas, sino que siempre tiene que estar el roedor siendo el vector de ese virus” y agregó “se han estudiado las cepas y han detectado que son diferentes al que está pasando en Epuyén”, que ya ha dejado una decena de muertes.
Por su parte, José Luis Orofino, Subdirector de Bromatología e Higiene, declaró que “los roedores tiene muchas enfermedades, que se llaman zoonóticas y que son transmitidas del animal al hombre. No solamente contagian hantavirus, sino también rabia, tuberculosis, brucelosis, leptospirosis”.
“Por eso es muy importante la limpieza en la mercadería acumulada en los depósitos”, aseveró sobre las medidas de prevención.
Siguiendo con la línea de Álvarez, el médico veterinario volvió a afirmar que “no estamos padeciendo el hantavirus en Necochea”, añadiendo que “el de Epuyén se trata de una cepa mutada que hace el contagio de persona a persona, pero si no el contagio es vía respiratoria solamente”.
Ofreciendo más medidas para el cuidado cotidiano, Orofino expuso que “hay que tener precaución en los galpones donde hay materiales acumulados, con pisos de tierra, cuya polvareda al mover los objetos puede provocar esa enfermedad bastante desagradable”.
El virus se encuentra en la orina, en las heces y en la saliva del roedor, transmitiéndose al humano por inhalación (normalmente cuando se limpian galpones o lugares oscuros) o penetración a través de heridas de la piel o mucosas.