CABA.-Una escandalosa y tan caliente como corta sesión en la Cámara de Diputados fue levantada pasadas las tres de esta tarde por el presidente del cuerpo, Emilio Monzó, que había dado inicio al debate con un quórum cuestionado por la oposición, que denunció que fue formado con dos legisladores que no juraron todavía.
La sesión estaba convocada para las 14 pero todo se atrasó por la represión de Gendarmería, que dejó dos diputados del Frente para la Victoria heridos y por incidentes dentro del recinto entre legisladores de la oposición y Cambiemos.
«Que se levante la sesión, que se levante la sesión», le gritó la diputada Victoria Donda a Monzó pasadas las 14.30. Y denunció que «este operativo que llevaron adelante es perverso, así lograron reprimir a la gente y golpear a dos legisladores. ¡Que se levante la sesión!».
«Diputada, la sesión la levanto yo», respondió Monzó y anunció que había 130 diputados, uno más del mínimo requerido para sesionar según el reglamento: «Se abrió la sesión con la presencia de 129 diputados. Está el numero», insistió, pero la oposición aseguraba que ese número se había formado con dos diputados que todavía no juraron en el cargo. Se trata de Jorge Enríquez, que reemplaza a la candidata de Cambiemos Joanna Picetti, que no pudo asumir por sus problemas con la Justicia y la rosarina Astrid Hummel, que ingresa porAna Martínez.
Las insistencia de representantes de la oposición, como la massista Graciela Camaño y el clima de fuertísima tensión que impedía el debate llevaron finalmente a Monzó a levantar la sesión.
La decisión fue destacada por el jefe de la bancada del FpV, Agustín Rossi, que denunció que «nunca el Congreso estuvo militarizado» como en la jornada de este jueves.
El escándalo puertas adentro del recinto se desató porque Monzó dio inicio a la sesión especial, mientras en las calles continuaba la represión de Gendarmería.
Además, según la oposición, el oficialismo no consiguió el quórum necesario para avanzar y dos diputados de Cambiemos se ubicaron en sus bancas sin haber jurado. “El momento del quórum y los 130 diputados sentados fue un momento fulminante porque nadie sabe cómo lo consiguió”, cuestionó Rossi. “Pedimos que paren ya la represión porque siguen tirando tiros”, rugió Donda.